Adán Augusto López enfrenta cuestionamientos por vínculo indirecto con ‘La Barredora’ en Tabasco.

17 julio, 2025 | 12:56 p. m.

Adán Augusto López enfrenta fuertes cuestionamientos tras revelarse que nombró como secretario de Seguridad en Tabasco a Hernán Bermúdez Requena, presunto líder del grupo criminal La Barredora. A pesar de alertas de inteligencia, Bermúdez permaneció en el cargo hasta enero de 2024 y actualmente es prófugo con orden de captura internacional. Morena defiende a López, mientras la oposición exige investigaciones sobre posibles omisiones. El caso ha generado una crisis política y de seguridad en Tabasco, poniendo en jaque la imagen del exgobernador.

Ciudad de México / Tabasco, 17 de julio de 2025 

En medio de una crisis política que sacude a Morena y al Senado, el coordinador parlamentario del partido oficialista, Adán Augusto López Hernández, se encuentra bajo fuerte escrutinio por la vinculación de su exsecretario de Seguridad Pública en Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, con la célula criminal conocida como La Barredora, brazo operativo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

 

Durante su mandato como gobernador de Tabasco entre 2019 y 2021, López Hernández designó a Bermúdez Requena al frente de la seguridad estatal, pese a que desde entonces existían reportes de inteligencia militar y policial que señalaban al funcionario como presunto líder de actividades ilícitas que incluían el control de plazas, tráfico de drogas, extorsión, secuestro y robo de combustible.

 

Aunque estos informes advertían sobre su presunta participación en actividades criminales, las autoridades estatales no actuaron para investigar o remover al funcionario, quien permaneció en el cargo hasta enero de 2024. La situación estalló en febrero de 2025, cuando Bermúdez Requena fue acusado formalmente y emitida una orden de aprehensión en su contra; desde entonces, permanece prófugo con ficha roja de Interpol.

 

Este escándalo ha generado un impacto político inmediato, pues la oposición exige esclarecer qué tanto sabía López Hernández sobre la verdadera naturaleza de su colaborador y si existió una omisión intencional que permitió la consolidación de La Barredora en la entidad. Legisladores de PRI y PAN han solicitado investigaciones exhaustivas para deslindar responsabilidades y determinar si hubo encubrimiento o negligencia grave.

 

En respuesta, la bancada de Morena ha defendido a López, calificando las acusaciones como ataques políticos infundados. La presidenta nacional del partido, Luisa María Alcalde, sostuvo que “no se protege a nadie” y que se debe “permitir que las investigaciones sigan su curso”. Por su parte, Claudia Sheinbaum confirmó que no existen investigaciones oficiales en contra del exgobernador.

 

Mientras tanto, la violencia atribuida a La Barredora ha recrudecido en Tabasco, generando una crisis de seguridad con múltiples enfrentamientos, narcomensajes y daños colaterales en la población civil. El actual gobernador, Javier May, ha responsabilizado públicamente a la administración anterior por la debilidad institucional que facilitó el crecimiento del grupo criminal.

 

Especialistas en seguridad y política consideran que, más allá de posibles implicaciones penales, este caso representa un golpe a la imagen política de Adán Augusto López y podría influir en sus aspiraciones y su papel dentro del escenario nacional. Asimismo, pone en evidencia los retos para combatir la infiltración del crimen organizado en estructuras gubernamentales y la necesidad de fortalecer los mecanismos de supervisión y transparencia.